Monday, October 31, 2005

LA CUESTIÓN DEL AGUA Y EL CONFLICTO ÁRABE-ISRAELÍ

El Medio Oriente se caracteriza por estar habitado por una amplia población árabe desde milenios atrás y desde el 14 de mayo de 1948 por el pueblo judío que después de siglos de haber sido expulsado de la región retornó a su tierra original en el área del Levante del Mediterráneo con la fundación de la República de Israel.

Desde el momento de la creación de la República israelí las tensiones entre estas dos naciones milenarias se tensaron hasta dar lugar a las guerras árabe-israelíes en las cuales estos últimos salieron victoriosos y extendieron el territorio que ocupan actualmente.

Desde 1980 la Intifada se convirtió en la respuesta que los terroristas árabes utilizaron para promover la inestabilidad en Israel y no fue sino hasta finales del año 2004 que la instauración de un gobierno palestino, liderado por Abbas, las negociaciones para la creación del Estado de Palestina motivaron la toma de las mesas de negociación entre Palestina e Israel.

La región del Medio Oriente se caracteriza por ocupar un área dominada por dos grandes afluentes de agua: el Tigris y el Éufrates; en una zona por demás desértica y con muy limitados accesos a agua dulce.

En la región del Levante se encuentra a la vez un importante afluente de agua dulce que alimenta los campos de Israel, Jordania y Palestina y que nace en las montañas del Antilíbano al suroeste de Siria y al este de Líbano en el monte Hermón (2,814 metros sobre el nivel del mar) y desemboca en el Mar Muerto. Los afluentes del río Jordán son los ríos Dan, Banias y el Hasbani, siendo únicamente el Dan el que fluye por Israel. El valle de Ghawr de aproximadamente 150 kilómetros de longitud es una rica área fértil y que a lo largo de un afluente poco profundo, lento y estrecho que en el lago Tiberíades es la fuente del 50% del agua potable de Israel.

La importancia del Jordán se encuentra en su nacimiento. El país que controle el nacimiento de este río es en esencia el dueño del mismo. En este caso el dueño del río Jordán se comparte por la frontera entre Líbano y Siria, siendo Líbano un país dominado por las políticas y designios Sirios y por tanto una amenaza para el Estado Israelí que mantiene un reclamo territorial sobre la región del Alto Golán.

Entendiendo desde ya que el control sobre el río se encuentra en manos hostiles para Israel y que este es su mayor afluente de agua potable, Israel ha utilizado el río Jordán para proveerse de agua desde el lago Tiberíades y sacarlo de su cauce hacia las planicies al oeste del lago.

El curso del río por demás lento y estrecho se reduce grandemente en su descenso por la frontera natural que crea en su cauce hasta el Mar Muerto al cual llega muy limitado y los campos al oeste (Israel) y al este (Jordania) utilizan el poco afluente que aún corre para su producción agrícola y acequias de riego que representa el área de provisión de alimentos para ambos países.

Las orillas del río Jordán se caracterizaron por ser áreas minadas y de vigilancia durante las guerras árabe-israelí, siendo esta la frontera natural y su actual pacificación ha permitido el tránsito de palestinos entre Cisjordania y Jordania.

Finalmente el control del nacimiento del río es uno de los puntos centrales para el establecimiento de un área tensa de relaciones diplomáticas (SiriaLíbano/Israel) ya que la desviación del cauce del río en su nacimiento acabaría con la provisión de agua potable en el curso natural a través de la frontera jordana-israelí.

La creación de hidroeléctricas en el curso del río especialmente en el Lago Tiberíades ha sido parte de discusión para los países afectados (Israel y Jordania).

Las posibilidades para limitar la dependencia israelí de este río son por demás excesivamente costosas y necesitan de una alta inversión en infraestructura en la región (plantas de desalinización).

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